Tubacex pierde 23,3 millones tras casi medio año de huelga en sus plantas de Amurrio y Llodio y un mercado en declive

Tubacex pierde 23,3 millones, en una situación en la que el mercado está en declive como consecuencia del parón que han sufrido las inversiones en los sectores del petróleo y la energía, al que van dirigidos sus productos, y el casi medio año de huelga en sus plantas de Amurrio y Llodio.

A pesar de este contexto, en una comunicación oficial que ha remitido hoy la compañía, pone más el acento en las dificultades del mercado que en el conflicto laboral.

Tubacex ha tenido una caída del 43,3% en las ventas durante el primer semestre del año, y en comparación con el mismo periodo de 2020, al tiempo que anota unas pérdidas de 23,3 millones de euros en estos seis meses, frente a los 8 millones, también de pérdidas, de la primera mitad del pasado año. Las ventas han pasado de 282 a 160 millones de euros en este semestre.

El consejero delegado de la compañía, Jesús Esmorís, ha señalado «que ante una crisis del sector de Oil&Gas agravada por la pandemia mundial causada por la COVID-19 y la aceleración de los objetivos de descarbonización de la economía, Tubacex ha hecho sus deberes en los que se refiere a una reducción estructural en sus costes, y trabaja en un posicionamiento estratégico que nos permita adaptarnos a la nueva realidad». Como ya es sabido, la empresa ha acometido un ajuste laboral en la práctica totalidad del grupo, a excepción de las dos factorías ubicadas en el País Vasco.

La compañía ha anunciado que está elaborando un nuevo plan estratégico con el fin de adaptar sus productos a las nuevas exigencias del mercado, precisamente de la mano de ese cambio en la industria de la energía. Tubacex quiere aprovechar el tirón que aparentemente va a tener la industria del hidrógeno, aunque ya han advertido que en ese campo la demanda será progresiva y tardará algún tiempo en consolidarse.