Thursday 18 de April del 2024

El nuevo Plan Foral para la Prevención de las adicciones incluye medidas frente al abuso de los móviles y redes sociales en jóvenes y adolescentes

Actualizada marzo 25th, 2022 a las 07:52
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El IV Plan Foral para la Prevención Comunitaria de las Adicciones, con vigencia hasta 2026, incorpora nuevas actividades, adaptándolas principalmente a las nuevas situaciones de adicción en menores, jóvenes y adolescentes a los usos de dispositivos móviles para conectarse a redes sociales o internet. También incluye medidas adaptadas a las situaciones de abuso, acoso y otras prácticas de riesgo, como los botellones. El diputado foral de Políticas Sociales, Emilio Sola, ha informado en la comisión correspondiente de las Juntas Generales de Álava del contenido del nuevo plan, que desarrolla la estrategia foral sobre las drogas y otras conductas con potencial abuso y que “quiere ser un compromiso de la institución con la ciudadanía alavesa para reducir el impacto negativo que provocan”. Según ha relatado el diputado foral, se trata de un modelo de intervención que “reconoce las fortalezas de las personas y de la comunidad, y ofrece oportunidades de empoderamiento de la ciudadanía para que ella misma se convierta en agente de prevención, cambio y transformación”. Para su desarrollo, el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) cuenta con tres servicios forales de Prevención, que se ubican en el medio rural alavés. Atienden a todos los municipios a excepción de Amurrio y Laudio, además de Vitoria-Gasteiz, debido a que cuentan con planes propios, aunque parte de las actuaciones se realizan en coordinación, lo que da coherencia a la prevención a nivel de todo el territorio histórico.

En concreto, el nuevo Plan Foral se decanta por actuaciones más centradas en la prevención selectiva, es decir, cundo se ha dado el paso más allá del consumo experimental y se empiezan a incorporar las relaciones con las drogas y otras conductas con potencial abuso, de manera más generalizada en su vida cotidiana. Este tipo de prevención “busca abordar el impacto de los usos abusivos, reduciendo riesgos, y trabajando desde la detección e intervención precoz”. También prioriza la intervención preventiva dirigida a consumidores y consumidoras, aunque sin presentar problemas de dependencia, o a individuos con problemas psicológicos o de conducta que pueden ser predictivos de futuros consumos problemáticos, como por ejemplo menores o adolescentes con comportamiento disocial, con problemas de agresión temprana, o hijos e hijas de familias con progenitores que no ejercen su rol parental. El objetivo de este tipo de prevención no es necesariamente evitar el uso de sustancias sino, a menudo, “evitar que el mismo se intensifique o se cronifique”. Una de las señas de identidad del plan es que “son las personas y las relaciones y no las drogas o cualquier otro producto con potencial de abuso, el centro de nuestras intervenciones. Identificar y reconocer sus necesidades, así como ofrecer respuestas más acertadas y acordes en los ámbitos familiar, escolar y comunitario, son los motores de nuestra intervención”, ha asegurado el diputado foral.

Factores de riesgo y de protección

Uno de los puntos de partida es la necesidad de trabajar en los factores de riesgo. “A mayor presencia de factores de riesgo -explica el Plan Foral- se aumenta la probabilidad de consumos o de conductas adictivas, por lo que se incrementan exponencialmente las situaciones de vulnerabilidad. Entre los factores de riesgo para menores y jóvenes están la vulnerabilidad psicológica, el estrés, las familias disfuncionales y la presión grupal”. Por el contrario, una intervención preventiva y educativa que posibilite la adquisición de factores protectores, incrementarán la probabilidad de prevenir conductas adictivas o de mayor vulnerabilidad. “Los factores de protección están estrechamente relacionados con las habilidades de afrontamiento, el entorno social sano y el apoyo familiar”. En cuanto a las actuaciones hasta el año 2026, se van a mantener aquellas actividades ya realizadas en planes forales anteriores, de las que existe una evidencia clara acerca de su capacidad de lograr resultados positivos. Al mismo tiempo, se van a incorporar otras actividades, como las centradas en la prevención del acoso, el consumo de alcohol y otras sustancias, los botellones. Como ejemplo, Emilio Sola ha señalado que el programa con profesionales de la hostelería para la dispensación razonable de bebidas alcohólicas incorpora una campaña de verano en los bares temporales de las piscinas locales. Por último, el diputado foral ha hecho hincapié en que las intervenciones estarán dirigidas al ámbito familiar (capacitación y formación y en el empoderamiento), ámbito escolar (redes colaborativas y dinamización de estrategias de educación entre iguales) y ámbito comunitario (mediación social, información entre iguales y reducción de riesgos asociados al consumo de sustancias).

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