Izaskun Lanlaida deja el cargo de directora de Emakunde

El Ejecutivo autonómico ha cesado del cargo a la directora de Emakunde, Izaskun Lanlaida, y ha aprobado el nombramiento de la guipuzcoana Miren Elgarresta para dirigir el Instituto Vasco de la Mujer al considerar que su perfil es el adecuado para acometer los retos que tiene por delante esta entidad.

El cese y el nombramiento han sido dados a conocer esta semana en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno Vasco, en la que ha participado la consejera de Igualdad, Beatriz Artolazabal, cuyo departamento es responsable de Emakunde.

La consejera ha agradecido la labor de Landaida, al frente de Emakunde desde 2012, y ha explicado que el relevo responde a la necesidad de acometer un cambio para sacar adelante los principales retos de esta institución pública, entre los que ha destacado la modificación de la actual Ley de Igualdad.

«Necesitamos un perfil diferente al de Landaida para impulsar los nuevos retos, ni mejor ni peor. Un perfil diferente para ayudar a poner en marcha todos los retos de la ley», ha explicado a preguntas de los periodistas.

Le releva en el cargo Miren Elgarresta Larrabide, hasta ahora directora general para Mujeres y Hombres de la Diputación de Gipuzkoa

CARTA DE DESPEDIDA DE IZASKUN LANDAIDA

Desde que tengo conciencia feminista he admirado a Emakunde Así que he tenido el honor más grande que podía tener: ser su director.

Ahora es el momento de decir adiós, pero no antes sin agradecer a tantas personas.

Gracias a todas las personas que me han dado esta oportunidad, gracias a todas las mujeres diferentes y reales que he conocido, gracias a todas las que habéis sido amigos en el camino de esta maravillosa experiencia, mil gracias a las compañeras y amigos de Emakunde (porque que ha sido un auténtico placer trabajar con vosotros y con diferentes proyectos, ilusionar, reír, llorar y llorar Disfrutar del trabajo bien hecho) y especial agradecimiento a la familia por darnos todo el apoyo una vez más.

Durante estos años he comprobado de cerca la complejidad del trabajo por la igualdad y he aprendido que muchas veces para dar pasos hay que trabajar silencioso, silencioso pero constante. También es imprescindible escuchar la voz de los ciudadanos y estar cerca de la sociedad.

Como pueblo hemos avanzado en la igualdad de mujeres y hombres, pero todavía tenemos grandes retos por delante, sin olvidar que las inercias contra la igualdad están ahí. Por lo tanto, es indispensable que todos, desde nuestro ámbito, sigamos trabajando hasta conseguir una sociedad igualitaria. Estoy convencida de que seguiremos dando pasos como país.

Yo no tengo dudas, el trabajo por la igualdad y los derechos de las mujeres seguirá siendo el eje de mi vida, donde esté.

Buena suerte, María. Recoge el testigo de este tesoro.