EH BILDU apuesta por un casco histórico 100 % peatonal en Orduña

NOTA DE PRENSA

En 120 días de gobierno del PNV son varios los desacuerdos que tenemos con algunas decisiones tomadas, y los explicaremos y compartiremos con la ciudadanía en nuestra próxima revista. Ahora, ante el riesgo de involución que puede suponer la nueva regulación del tráfico en el casco histórico, nos vemos en la obligación de dar nuestra opinión al respecto. En la revista municipal Zikoina del mes de octubre, se nos comunica que el Ayuntamiento está elaborando un estudio para la regulación del tráfico en el casco histórico, a cargo de la empresa “LEBER Planificación e Ingeniería”. Pues bien, también debiera decir que dicha empresa lleva trabajando 10 años con el Ayuntamiento, de hecho, la encuesta que está llegando estos días a varios hogares, se planificó en la pasada legislatura, para recabar información sobre los hábitos de movilidad de la ciudadanía y así redactar la Ordenanza de Regulación del Tráfico. En ningún caso se planteó para decidir si la plaza se peatonaliza o no. Esto no es cuestionable a nuestro entender. Además, también se contrató con LEBER, para este año 2023, una sesión de participación con la ciudadanía, en la que dar a conocer el resultado de las encuestas y la investigación que se estaba llevando a cabo. Sin embargo, desconocemos el objetivo del actual equipo de gobierno con el envío de esta encuesta, ya que el PNV lo tenía claro, tal y como decían en la campaña electoral. Si ganaban las elecciones, una de sus primeras medidas, para el día 29 de mayo sin ir más lejos, sería volver a poner la plaza como estaba antes, recuperando las direcciones de tráfico originales y utilizando la plaza como una rotonda.

¿Una rotonda? ¿En serio? Parece que no somos conscientes de que tenemos el mayor casco medieval de Bizkaia, del siglo XII, declarado Conjunto Histórico-Monumental en el año 1997, y que los coches no hacen más que dañarlo y degradarlo. Ya en el año 2000, cuando se reformó la plaza, el informe final del arquitecto advertía lo siguiente: “Hay que insistir en el hecho de que se ha optado por una plaza de carácter eminentemente peatonal (…) las obras no funcionarán correctamente a menos que se cumpla la limitación de paso a los vehículos”. Increíblemente, 23 años después seguimos debatiendo sobre la peatonalización de la plaza. En cuanto a las direcciones de tráfico originales, ¿no está claro que, por ejemplo, la calle Zaharra es mucho más segura si es de subida que de bajada? Es evidente que los coches no alcanzan la misma velocidad al subir que al bajar… Pero, sorprendentemente, parece que el PNV quiere dar prioridad a la comodidad de unos pocos vehículos frente a la seguridad de la ciudadanía en general.

El hecho de volver a abrir la plaza a los vehículos, y que esta vuelva a ser la principal rotonda de Orduña, supone quitar espacio ya conquistado para los peatones. Un espacio que ha aportado seguridad a los niños y niñas que acuden al colegio o que juegan en la plaza. Un espacio que ha resultado ser un acierto para el mercadillo de los sábados. Un espacio que, en definitiva, se podría seguir usando para dar a la plaza más vida y dinamismo. Considerando que la vida la aportamos las personas, no los coches. Opinamos que el casco histórico y su Foru plaza deben ser única y exclusivamente peatonales, con acceso autorizado para los vehículos de sus vecinos y vecinas, las 24 horas del día, así como para los de carga y descarga que suministran a los comercios y locales de hostelería.

 A día de hoy contamos con aparcamientos de sobra cerca del casco, y podemos llegar a la Foru plaza en 1 minuto a pie desde cualquiera de ellos. Así es como de verdad avanzaremos hacia un espacio más seguro, caminable y agradable. Cabe recordar que las peatonalizaciones benefician a los negocios a pie de calle, a pesar de lo que se pueda creer en un primer momento. Y si no, ¿por qué las principales calles comerciales en todas las ciudades son peatonales? Orduña lo tiene casi todo. Nuestros antepasados a lo largo de los siglos nos han dejado un legado en el casco histórico sin parangón, una joya. No necesitamos ir a Bermeo, Lekeitio, Elorrio, Otxandio, Agurain, Artziniega o Laguardia, con cascos históricos que están cerrados a cal y canto, ya que a escasos kilómetros, como en Amurrio y Laudio, sin cascos antiguos ni catalogaciones de conjuntos histórico monumentales, tienen sus zonas peatonales. Por lo tanto, tengamos valentía política y avancemos de una vez hacia un casco histórico 100 % peatonal, si queremos estar en el mundo actual, donde las peatonalizaciones y cierres al tráfico rodado son noticia día sí día también.