Tubos Reunidos ganó 56,3 millones de euros el pasado año
Tubos Reunidos (TR) aprovechó el buen comportamiento del sector de tubos sin soldadura en 2023, con un primer semestre con precios altos y un segundo ralentizado por el elevado nivel de stocks, para cerrar el ejercicio con unos beneficios netos de 56,6 millones, un 30,1% superiores a los de 2022. La siderúrgica alavesa registró un ebitda (beneficio bruto de explotación) de 106,8 millones, lo que supuso un incremento del 65,6% y un margen sobre ventas del 20%.
La evolución de la rentabilidad fue superior a la de las ventas, que crecieron un 3,7%, al contabilizar 532,9 millones. El grupo de Amurrio (Álava) redujo un 3,6% su deuda financiera neta, hasta 282,4 millones, con un nivel de apalancamiento de 2,6 veces el Ebitda. El gasto financiero más que se duplicó, al alcanzar los 36,6 millones, por el encarecimiento de los tipos de interés y el efecto negativo de la paridad euro dólar, clave en una empresa que exporta la mayoría de su producción a través de la divisa norteamericana.
Además, TR ha tenido que desembolsar 7,9 millones por el préstamo participativo de 112,8 millones de Sepi, que acudió en su rescate dentro de su programa de apoyo a empresas estratégicas en crisis. Ese pago incluye 1,2 millones por registrar beneficios.
TR sigue teniendo a Norteamérica como su principal cliente. Allí logra el 46% del total de sus ventas, ahora beneficiadas por la supresión hasta 2026 de gran parte de los aranceles que gravaban sus operaciones. Fueron impuestos por el entonces presidente Donald Trump, que ahora se presenta a la reelección.
El grupo invirtió 33,2 millones el año pasado. Principalmente en la concentración en Amurrio de las instalaciones de cabecera, lo que ha supuesto el cierre de la acería de Trapaga (Bizkaia). Para 2024, Tubos Reunidos prevé una normalización de los precios, con una mejora progresiva de la demanda en la segunda parte del año.