EAJ-PNV «lamenta el grave retroceso que ha sufrido Ayala durante el último año, por la falta de gestión y transparencia del Gobierno liderado por EH-Bildu»
NOTA DE PRENSA DEL PNV DE AYALA
El pasado 17 de junio, se cumplió un año desde que los votos, imprescindibles, de Aiara Batuz aupasen a la tercera fuerza política (EH-Bildu) a la alcaldía en Ayala. Días antes, los medios de comunicación señalaban la dificultad de llegar a un acuerdo entre los independientes y la formación abertzale debido a que «las relaciones no habían sido del todo fluidas y fructíferas», y que «la repentina oferta de cambio había minado la confianza, además de estar ligada exclusivamente al reparto de áreas.»
La campaña electoral de entonces, que hoy se podría catalogar como «la campaña del fango,» estuvo marcada por tácticas cuando menos cuestionables. Durante aquellos días previos a los comicios municipales, la formación Aiara Batuz, liderada por Iratxe Parro, estuvo detrás de la organización de varias concentraciones para reclamar la reversión de la decisión del cambio de hospital de referencia. Estas movilizaciones, muy visibles gracias a las camisetas llamativas en fiestas locales y los viernes en Amurrio, cesaron abruptamente una vez que el abertzale Pruden Otegui se hizo con la makila de alcalde, siendo en la actualidad la situación relativa al hospital la misma que antes de las elecciones municipales.El portavoz de EAJ-PNV en el Ayuntamiento de Ayala, Gentza Alamillo, ha indicado que en este preciso instante «Iratxe Parro consiguió su verdadero objetivo, que no era llegar a la alcaldía, sino desalojar a EAJ-PNV de la misma».
Asimismo, el portavoz jeltzale ha manifestado que, desde entonces, “el panorama político y administrativo en Ayala no ha mejorado y las promesas de campaña y las movilizaciones han desaparecido, dejando al municipio sin un proyecto claro y sin una hoja de ruta definida.
La realidad es que, un año después de la investidura, Ayala sigue sin un borrador de presupuestos para 2024, una situación inédita para un Gobierno que cuenta con la comodidad que ofrece la mayoría absoluta. «Es el 21 de junio y aún no hay un borrador de presupuestos y, lo que es peor, ni siquiera se han aprobado las cuentas generales de 2023», ha lamentado Alamillo. Una situación que se traduce en la imposibilidad de llevar a cabo nuevos proyectos, inversiones y satisfacer las necesidades de la ciudadanía ayalesa, limitando significativamente el bienestar social de las y los vecinos.
Además, la gestión del Gobierno ha sido cuestionada en varios aspectos. «El proceso de la OPE de la plaza de administración avanza de manera muy lenta, y la nefasta gestión municipal ha provocado que las piscinas municipales cierren media hora antes durante los meses de julio y agosto, justificándolo de manera insatisfactoria al compararlo con municipios vecinos», ha criticado Alamillo. La falta de coordinación interna también es evidente, «cuando se plantea una pregunta al alcalde, empiezan las miradas para ver quién contesta: si la teniente de alcalde, Iratxe Parro, o Izaskun García. Además, hay discordancias internas, como en el caso de los columpios nuevos de Respaldiza en lo relativo a su cubrición», ha añadido.
En cuanto al Plan General de Ordenación Urbana, el PGOU, Alamillo ha destacado la falta de progreso. «Transcurrido un año, no hemos tenido ni una sola reunión ni un avance significativo en este plan crucial para el desarrollo de nuestro municipio», ha subrayado.
Por todo esto, el portavoz jeltzale ha denunciado que el Gobierno municipal actual carece de un programa común y está unido únicamente por un interés común: mantener a EAJ-PNV fuera de la alcaldía. «La ciudadanía de Ayala merece un Gobierno local que sea capaz de gestionar de manera eficiente y transparente sus necesidades y demandas, y esta administración ha demostrado ser la del cambio, pero por su incapacidad para cumplir con estas obligaciones», ha concluido Gentza Alamillo.