El PP de Ayala propone que se flexibilice la normativa para la rehabilitación de los caseríos y se fomente la vivienda

NOTA DEL PP
Para el Partido Popular el acceso a la vivienda es uno de los principales obstáculos para la fijación de población en Álava. Y el Valle de Ayala no es ajeno a este problema. “En los núcleos más pequeños se acentúa la despoblación, que va mermando los servicios”, ha indicado la portavoz del PP en Ayala, Montse Canive, junto a la secretaria general del PP de Álava, Ana Salazar, quienes han presentado una iniciativa en la sede del PP de Ayala en Amurrio para la rehabilitación de los caseríos de Álava y fomentar así la vivienda y las posibilidades de vivir en la zona rural. Desde 2017, en Ayala, a un 15% de solicitudes de rehabilitación les han denegado la autorización y un 8% están sin contestar aún.
En total, un 24% de las solicitudes para rehabilitar caseríos no han ido adelante, tal y como informó el propio diputado foral de Movilidad Sostenible e Infraestructuras Viarias, Jon Nogales, en marzo de 2024. En las zonas rurales de Ayala se pueden apreciar varios caseríos y cabañas que se encuentran en muy malas condiciones debido, principalmente, al deterioro de los tejados. Es consecuencia, sobre todo, por la negativa a permitirles un cambio o arreglo en condiciones. Canive ha declarado que “es una pena ver viviendas o construcciones de piedra que se están cayendo porque no les dejan cambiar o arreglar las cumbreras, por estar cerca de la carretera u otros problemas que hasta ahora no tenían”.
Estas trabas o negativas no sólo son para los tejados, también para las rehabilitaciones de las viviendas. Y de ahí que, en Ayala por ejemplo, el deterioro de las viviendas y caseríos sea acusado. “Sin poder ser utilizadas ni arregladas, en muchos casos por las trabas de la Administración, hace que se abandonen”, ha indicado la portavoz del PP en Ayala. La rehabilitación de los caseríos en Álava está sujeta a medidas restrictivas para la concesión de su autorización. La solicitud de permisos para la rehabilitación de caseríos se ha convertido, a juicio de Canive, en “un procedimiento largo y tortuoso por no tener criterios coordinados, lo que en ocasiones hace desistir a los particulares de su tramitación”.
Por su parte, la secretaria general del PP de Álava, Ana Salazar, ha expuesto que, desde el Partido Popular, se entiende que en las nuevas construcciones se exijan unas nuevas normas, pero “en edificios ya consolidados la normativa debería de ser más flexible”. Salazar ha destacado también otro de los frenos a la rehabilitación. “Se exige que el propietario presente un proyecto que cuesta mucho dinero antes de que se decida si le dan el permiso para arreglarlo o no, el miedo a una negativa y perder el coste del proyecto está haciendo que el panorama en muchos pequeños núcleos de población sea de edificios en muy malas condiciones, cayéndose, dando una imagen de Ayala en decadencia, lo que además contribuye a que no aumente en población”, ha detallado la secretaria general. Desde el Partido Popular se ha solicitado que se flexibilice la normativa y se permita el cambio, sustitución o arreglo en condiciones de todos aquellos edificios, pese a estar próximos a las carreteras o arroyos -donde siempre han estado y han sido arreglados-.
En este sentido, el PP ha registrado una moción en las Juntas Generales de Álava para que “la Diputación coordine a sus departamentos y también los criterios para dar una respuesta conjunta a la hora de rehabilitar los caseríos del territorio alavés, salvaguardando en todo caso su supervivencia y rehabilitación”, ha explicado Salazar. Además, el fomento de la rehabilitación de los caseríos pasa, según ha indicado la secretaria general del PP de Álava, por “adecuar las normas urbanísticas y que la rehabilitación se ajuste a la realidad social”.
Todo ello con un único objetivo. “Permitir su uso como vivienda u otros usos, facilitando a los vecinos de la zona rural que se puedan quedar en los pueblos, mejorar su calidad de vida y el paisaje de las zonas rurales alavesas” porque “siempre será mejor ver un caserío arreglado que uno que ha sufrido un incendio o un derrumbe y permanece en condiciones lamentables próximos a las vías de comunicación”, ha concluido Salazar.