Los Premios Nekazaraba reconocen a la quesería Soloitza de Ayala
La Diputación Foral de Álava ha hecho hoy entrega de los premios Nekazaraba, unos reconocimientos que buscan mostrar a la sociedad el valor estratégico que tiene el sector primario en la vertebración del territorio, la generación de empleo y la provisión de bienes y servicios de calidad.
Álava es un Territorio Histórico con una fuerte tradición agroganadera productora de alimentos de calidad, que contribuye de forma decisiva al desarrollo socioeconómico, la conservación del medioambiente, el mantenimiento de la población y la cultura rural. El primer sector alavés a través de los años ha sabido adaptarse y afrontar con éxito los retos cada vez más exigentes derivados entre otros de la Política Agraria Común, de la globalización de los mercados y de las nuevas demandas de los consumidores.
El departamento de Agricultura espera que este reconocimiento sirva para poner en valor y visibilizar el trabajo que día a día llevan a cabo los y las agriculturas alavesas, colectivos y empresas del Territorio y que resulta un importante motor de desarrollo del mundo rural y entidades locales de Álava.
En esta ocasión, en la categoría Berrikuntza se ha reconocido el proyecto de Soloitza, una quesería creada en 2020, en plena pandemia, en Respaldiza, en el verde valle de Ayala. En una época de crisis del sector lácteo, Ziortza López decididió darle una vuelta al negocio familiar, diversificar, y pone en marcha este nuevo proyecto a partir de la leche de sus propias vacas. Elaboran queso azul, queso fresco y yogures de la más alta calidad, uniendo tradición con modernidad. Es leche de producción integrada, con alimentación propia y los más altos estándares de bienestar animal. Se le reconoce en la categoría de Berrikuntza, pues utiliza la última tecnología en la producción de lácteos, diversifica la actividad ganadera tradicional aportando valor añadido y crea empleo local con importante presencia de mujeres en la actividad. Además, oferta visitas guiadas a unas modernas instalaciones construidas con criterios arquitectónicos bioclimáticos, disminuyendo los impactos ambientales y reduciendo el consumo de energía.
En la categoría Excelencia Alimentaria se ha premiado a Adolfo Beltrán de Guevara, agricultor ecológico de Heredia, en la Llanada, que decidió hace muchos años dar un cambio a su explotación de cultivos tradicionales, transformándola de agricultura convencional a ecológica. Fue un pionero que se lanzó hacia otra forma de producir cuando la agricultura ecológica era incipiente, incluso ante el recelo de una parte del sector agrícola. Es uno de los grandes referentes de la agricultura ecológica alavesa, que ha demostrado que se puede hacer en Álava agricultura ecológica extensiva y vivir con dignidad de ella. Produce cereales de una altísima calidad para panaderos locales y de otros territorios. Es un gran convencido de la producción ecológica y la vive con pasión, convencido de que hay que cuidar la tierra y contribuir desde la agricultura a un futuro más saludable.
En la categoría de Relevo Generacional, la Diputación Foral de Álava ha decidido reconocer a ARMOKI. Se trata de un relevo en un sector muy sacrificado como es el vacuno de leche, en el que dos primos suceden a 2 hermanos. Siempre ha sido una explotación ganadera familiar puntera e innovadora. Fueron los primeros que apostaron por el robot de ordeño para mejorar su calidad de vida y la entrada de estos dos jóvenes supone un mayor impulso a la explotación. Es importante que el sector vacuno de leche se rejuvenezca y que personas con ilusión se incorporen con nuevos proyectos. Y este es un ejemplo de modernización, de profesionalización. Son dos jóvenes muy formados (ingenieros agrónomos) que han decidido seguir con un negocio familiar, con un modelo extensivo, vinculado a la tierra y arraigado a su pueblo, Lukiano.
En la categoría Landa Garapena, el Proyecto de la Asociación APRORA recibe el premio por su labor para recuperar un cultivo tradicional como es el olivo y el aceite en Rioja Alavesa. En APRORA se reúnen olivicultores, trujales y marcas para difundir la cultura milenaria del olivo y del aceite. Relegado a un segundo plano por la vid, buscan poner en valor este cultivo, con la finalidad de preservarlo y mantenerlo vivo, fomentando nuevas plantaciones, la formación, el asesoramiento técnico, la comercialización y la venta del aceite. Y lo hacen promocionando también la variedad local Arróniz, adaptada a los suelos y climas de la comarca. El objetivo es conseguir la máxima calidad en los aceites virgen extra de Arróniz, respetando el medioambiente y el paisaje. Hoy podemos encontrar en el mercado aceites de Álava de pequeños productores, también con marca de calidad Euskolabel, que cuidan con mimo olivos centenarios y protegen un patrimonio natural de valor incalculable.
Y en la categoría Trayectoria Profesional, se reconoce a título póstumo a Fernando Remírez de Ganuza. Su fallecimiento a principios de año, a los 73 años tras una larga enfermedad, es una gran pérdida en las bodegas Remírez de Ganuza, que desde 1989 se han convertido en un estandarte de la localidad de Samaniego y de Rioja Alavesa.
Un revolucionario de la elaboración del vino en la Denominación Rioja, defensor de la idea de que “la calidad excepcional solo se consigue a partir de una selección exigente”. Sin su trabajo no se entendería Rioja ni Rioja Alavesa en la actualidad, gracias a la transformación que impulsó a finales del siglo XX en la zona.
Fernando fue el encargado de comprar y acondicionar la finca en la que se construyó Bodegas Torre de Oña, y formó parte del grupo de accionistas que la fundó. Finalmente decidió ir por su cuenta y en 1989 compró la propiedad en la que hoy se ubica Bodegas Remírez de Ganuza.
Con una gran determinación y corriendo muchos riesgos, Fernando decidió emprender su proyecto con un propósito claro: elaborar uno de los mejores vinos de España con las mejores viñas de Rioja Alavesa. Como él mismo confesaba, “queremos hacer, y hacemos, un vino con cuerpo y alma. Este es el reto de nuestro oficio”
Desde finales de los 80 los logros de la bodega y sus vinos, reconocidos por innumerables premios de los más prestigiosos críticos, han venido a dar la razón a este emprendedor hecho a sí mismo. Los profesionales del sector lo recuerdan entre los artífices de la “nueva Rioja”, considerando hoy a su bodega un ejemplo del Rioja contemporáneo, aunando elementos innovadores con la tradición vitivinícola de la comarca.
El diputado general pone en valor al primer sector
El diputado general de Álava, Ramiro González, ha sido el encargado, junto con la diputada de Agricultura, Noemí Aguirre, de hacer entrega de estos reconocimientos, una ocasión que el diputado general ha aprovechado para “recordar y reivindicar el modelo de agricultura y ganadería tradicional de nuestro territorio, el modelo de agricultura familiar, arraigado a la tierra y a los pequeños pueblos de Álava”.
“Sin este modelo, que desde la Diputación estamos comprometidos en mantener, no tendríamos entre nosotros a ninguna de las personas que hoy hemos reconocido. Y tampoco disfrutaríamos de un territorio respetuoso con su entorno, con su paisaje y la cultura rural, demostrando que es posible la sostenibilidad ambiental con la producción agrícola y ganadera”, ha señalado.
González ha llamado a recuperar el prestigio del primer sector y a avanzar en la conexión entre la Álava urbana. “Debemos perseverar en ello. No somos un territorio con capacidad ni condiciones para producir ni mucho ni a bajos precios. Pero sí tenemos capacidad y conocimiento para producir calidad, apoyados en estructuras asociativas y comerciales organizadas, participando en la cadena de valor y siendo capaces de llegar al consumidor con productos transformados, diferenciados y sostenibles”, ha comentado, “si actuamos unidos, más en momentos de dificultad, estoy convencido de que el sector tiene futuro. Y tiene futuro en todo Álava, también en Rioja Alavesa que hoy nos acoge. Futuro que debe apoyarse en jóvenes y mujeres formados, algunos hemos reconocido hoy, con espíritu transformador, que miren hacia adelante, porque la agricultura seguirá ofreciendo nuevas oportunidades.