Inagurada la muestra de Oksana Volos “Arte reciclable” en el Museo de Orduña
El Museo de Orduña acaba de inaugurar la exposición de Oksana Volos, artista ucraniana que utiliza el material desechado para reutilizarlo y convertirlo en arte.
Se trata de una muestra en formato cuadros, que se puede ver hasta el 16 de marzo, en la sala de artistas nóveles, aunque ella es ya una artista consagrada.
Llegó a Bilbao hace dos años y medio huyendo, como tantas personas, de la guerra que asola su país. Nació en Jersón, ciudad próspera a orillas del mar Negro, que tristemente se hace famosa por la invasión rusa en febrero de 2022, y que aún habiendo sido recuperada por las fuerzas ucranianas meses después, vive bajo el asedio constante de los drones rusos.
Ser hija de padres humildes trabajadores, no le impidió recibir una formación superior con estudios de medicina que le permitió trabajar durante un tiempo en la atención sanitaria de emergencias. Posteriormente trabajó como empresaria comercial, profesión que compatibiliza en sus tiempos libres, con su pasión por las manualidades.
Antes de la llegada de la guerra, Oksana tiene su propia batalla con la vida: fue diagnosticada con un cáncer y sometida a cirugía oncológica y tratamiento de quimioterapia. La invasión rusa alteró su tratamiento y la necesidad de salir de allí se volvió imprescindible.
Con las manos vacías y tras múltiples y arriesgadas vicisitudes, consiguió alejarse de la zona de conflicto y ser rescatada por su hija Kateryna Kaminska, miembro activa de UkraniaSOS, que reside desde hace años en Bilbao y que acude a su país con ayuda humanitaria. Sin olvidar los duros golpes de la vida, Oksana encontró en Bilbao un refugio para seguir desarrollando sus creaciones, su arte.
Ya desde la primera infancia le gustaba tejer y bordar y realizar manualidades, bisutería, incluso joyas. Muchas de sus obras las regalaba, pero otras han estado en diferentes exposiciones de su ciudad natal.
Unos años antes de la guerra, mientras navegaba por Internet, vio obras interesantes de estilo “steampunk” y técnica mixta, y con ello se le abrió un nuevo y apasionante abanico de posibilidades con un objetivo común: “convertir en arte aquellos objetos considerados inservibles”.
Comienzó así una etapa muy floreciente en su carrera artística: cuadros elaborados a base de los materiales más inverosímiles: cartones y poliespán de embalajes; plásticos de cucharillas, envases, botones…; metálicos como tornillos, clavos, monedas…; piezas de desechos mecánicos, componentes electrónicos; elementos de la naturaleza como piedras, conchas, maderas, etc.
Mujer activa y creativa, retomó su actividad en Bilbao recuperando para sus obras piezas de los juguetes de sus nietos y de los amigos de éstos. Ella tiene esa capacidad para visualizar esa segunda oportunidad en las cosas rotas y desechadas, darles vida y transformarlas en arte.
Oksana disfruta con lo que hace. Es su pequeña contribución para hacer que la humanidad sea más respetuosa con el medio ambiente y se conserve un planeta más limpio.
Desde que está en Bilbao, ha realizado más de 30 exposiciones en diferentes centros culturales, locales comerciales y de hostelería. Entre sus obras, cuadros que recuerdan su pasado en Ucrania, casitas, mascotas, árboles, flores… y también su presente, bajo la influencia de su tierra de acogida Euskal Herria y Bilbao, y cómo no, un guiño a la Ciudad de Orduña con esa cigüeña que ha servido para la elaboración del cartel de la Exposición en el Museo.
La obra de Oksana es una obra original, atractiva, diferente. Simboliza el renacer y la adaptación. Como su vida misma. Los elementos que nos rodean, como las personas, bien merecen nuevas oportunidades.
Arte y Reciclado van de su mano.