Los Koch culpables del cierre de Guardian

Mucho estamos hablando del cierre de Guardian, antes de Glavista y siempre en genérico, cuando se comenta que los “americanos” son los responsables. Pero esos americanos tienen una historia, nombre , apellidos y una cara. Se trata de los Koch. Los hermanos Charles y David Koch presuntamente perfilaron, diseñaron y ejecutaron un plan encaminado al cierre de la planta de Laudio, aunque tras la muerte de , David, en 2019,ha sido Charles el encargado de dar su aprobación al cierre y desmantelamiento de Guardian Llodio, con las terribles consecuencias que todos sabemos.
Entre los dos controlaron desde hace años la gran mayoría de las acciones de Koch Industries, una empresa multifacética que heredaron y ampliaron hasta convertirla en un imperio. Hoy por hoy, Koch Industries es el segundo conglomerado industrial de Estados Unidos, factura más de 100.000 millones de dólares al año y tiene unos 80.000 empleados en plantilla en sectores tan diversos como la refinería de petróleo, los biocombustibles, la industria química, los minerales, el papel o el vidrio. Hoy son la segunda familia más rica de los Estados Unidos, con un patrimonio estimado de 100.000 millones de dólares. Según Forbes, sólo Bill Gates y Warren Buffett pueden competir con la riqueza que acumula la familia Koch
Sus organizaciones se oponen con ferocidad a las regulaciones medioambientales (sus industrias están entre las 10 más contaminantes de EEUU) y Greenpeace acusa a los millonarios de haber gastado más de 67 millones de dólares en estudios elaborados con la finalidad de negar el cambio climático. Multimillonarios desde la cuna, negacionistas del cambio climático, condenados por haber extraído 31 millones de dólares de petróleo de reservas indias, propietarios de una de las diez empresas más contaminantes del país y siempre sospechosos de apoyar la segregación racial
Las industrias Koch son objeto de innumerables polémicas por sus vertidos ilegales, por estafar presuntamente a tribus indias para extraer materias primas de sus tierras y por pagar sueldos tan bajos y por hacer lo imposible para que muchos de sus trabajadores puedan sindicarse o declararse en huelga.
EL PADRE
El origen de la fortuna familiar se sitúa en torno a 1929, cuando Fred C. Koch empezó a invertir en petróleo y en 1940 fundó la compañía Wood River Oil and Refining Company. Esta no tardaría en convertirse en Koch Industries que, aunque debe su éxito al petróleo, no tardó en diversificar sus inversiones en la industria química, la minería, el papel y las finanzas.
Desde su cartel general en Wichita (Kansas, EEUU), Fred observaba con disgusto las políticas sociales del presidente Franklin Delano Roosevelt y expresaba a todo el que le quisiera oír su rechazo al sindicalismo, a la redistribución de la riqueza, a los impuestos y, en suma, a que los Estados Unidos estuvieran gobernados por “un presidente comunista”.
Cuando Fred murió, en 1967, Charles tomo las riendas de Koch Industries yse encargó de completar la diversificación con mano firme, mientras a la vez se encargaba de emplear una dura política antisindical y anti medioambiental en todo el grupo empresarial

IDEOLOGÍA POLÍTICA
Mientras, Charles y David continuaron mezclando política con negocios, siendo tal vez su mayor triunfo la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, al que realizaron generosas donaciones y sobre el que, dicen, ejercieron una enorme influencia. Todo ello tras haber gastado cientos de millones de dólares combatiendo las políticas del antecesor de Trump, Barack Obama. Y aunque Trump no era su candidato favorito (se inclinaban más por Jeb Bush o Marco Rubio), se sumaron con entusiasmo a su campaña cuando resultó elegido candidato a la presidencia.
Desde la sombra, sin hacer ruido ni reclamar protagonismo, han invertido más dinero que nadie en promover sus ideas con el movimiento Americans for Prosperity . Decenas de miles de voces protestando simultáneamente en varias ciudades de Estados Unidos, en manifestaciones que siguen las clásicas tácticas de los movimientos de masas: grupos organizados que corean proclamas, megáfono en mano, frente a los centros de poder político.
Sus pancartas exigen cosas como “triturar el gasto público”, “acabar con la tiranía de las escuelas (públicas)”, “liberarse de las pensiones y los subsidios” y dejar de “regalar comida con nuestros impuestos”. “Los subsidios son pecado. Jesucristo dijo: cada hombre sólo depende de sí mismo”. Y en el ambiente se corean eslóganes como “Fuera las manos de Obama de la sanidad americana”, “De mis impuestos que no vivan los holgazanes”, “Recaudar es robar” o “Destapemos la mentira del cambio climático”.
Americans for Prosperity defendió poner límites a los derechos de negociación colectiva de los sindicatos propuso aprobar leyes sobre el derecho al trabajo y se opuso a aumentar el salario mínimo federal.
Uno de sus enemigos más desafiantes era el senador Bernie Sanders, que decía que su objetivo no era solo terminar con la reforma sanitaria, oponerse a aumentar el salario mínimo o recortar la inversión en educación. «Quieren derogar cada ley de los últimos 80 años que ha ayudado a proteger a la clase media, a los ancianos, a los niños, a los enfermos y a las personas más vulnerables».
BIBLIOGAFÍA Y DOCUMENTACIÓN
Toda las informaciones recabadas en este artículo han sido publicadas en los siguientes medios:
El Mundo, BBC ,El Confidencial, Forbes y El Correo