Varios centenares de personas pide defender la economía de Aiaraldea y paralizar el cierre de Guardian en Llodio

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COMUNICADO REALIZADO EN LA CONCENTRACIÓN
Nos reunimos hoy en Gasteiz porque compartimos una preocupación, una indignación y una determinación inquebrantable. Estamos cansadas de ver cómo las instituciones nos dan la espalda. Hartas de promesas vacías mientras Aiaraldea sigue en la incertidumbre y el abandono.
Durante demasiado tiempo, nuestras instituciones han actuado como si esta comarca no existiera. Pero quienes vivimos aquí, por desgracia sabemos bien que el desempleo, la precariedad y la falta de oportunidades son realidades diarias. Hemos visto cómo se desmantelaba el tejido industrial y cerraban empresas sin que desde las instituciones se pusiera freno a esta sangría.
El cierre de Guardian es un claro ejemplo, y más aún tras el cierre de Glavista. Casi 500 puestos de trabajo clave van a desaparecer en menos de un año sin un esfuerzo real para evitarlo. Aiaraldea fue un referente industrial, un territorio próspero con empleo estable y comunidad, pero hoy sin embargo nos miran con lástima o, peor aún, ni siquiera nos miran.
Y no solo nos abandonan, sino que además nos criminalizan por defender lo nuestro. Nos llaman conflictivas cuando lo único que hacemos es luchar por nuestros derechos. Nos acusan de ser un problema, cuando el verdadero problema es su política de abandono. Pretenden que aceptemos la precariedad en silencio, pero no lo haremos. Cada cierre nos afecta a todas: golpea al comercio, a la juventud, a quienes trabajaron toda su vida para construir esta comarca.
Mientras se destinan millones a otros asuntos, nuestras demandas son ignoradas. Las herramientas existen, pero el Gobierno Vasco prefiere mirar a otro lado antes que enfrentarse a las multinacionales que desmantelan nuestras fábricas con total impunidad y nos condenan a la miseria. ¿Y cuál es su respuesta? Silencio.Complicidad. Y lo más grave, intentan engañarnos distorsionando la realidad, como por ejemplo
hablándonos de inversores, de planes industriales y más palabrería que siempre se queda en nada con el paso del tiempo.
Pero hoy estamos aquí para decir basta. No pedimos caridad, exigimos justicia. Queremos políticas públicas efectivas, inversión en formación y en empleo. Que quienes han sostenido esta comunidad en los momentos más difíciles, no sean las primeras en pagar el precio de la precariedad y la falta de responsabilidad de quienes deberían velar por el bienestar de todas.
Por nuestro presente y futuro, no vamos a ceder ni un milímetro. Si las instituciones siguen olvidándonos, seremos nosotras, el pueblo, quienes seguiremos alzando la voz, luchando con fuerza y sin miedo.
El cambio no vendrá solo. Es el momento de seguir organizándonos, movilizándonos y haciendo oír
nuestra voz. Si no nos escuchan con palabras, nos escucharán con hechos.
Aiaraldea no se rinde. Aiaraldea lucha. Aiaraldea exige lo que le pertenece. Ya vale de ignorarnos, no
permitiremos que su riqueza sea nuestra miseria.