Vidrala acusa la ralentización del mercado del vidrio con una caída del 7,5% en ventas, pero mantiene sus previsiones

El enfriamiento del mercado global de envases de vidrio ha impactado en los resultados de Vidrala, que cerró los nueve primeros meses de 2025 con una caída del 7,56% en sus ingresos, hasta los 1.124,4 millones de euros. La compañía alavesa atribuye este retroceso a la menor demanda internacional y a la reducción de su capacidad industrial, tras la venta de su fábrica en Italia en 2024.

Excluyendo el efecto de esta desinversión, la actividad orgánica de la compañía también se contrajo, aunque en menor medida, con un descenso del 5,1%.

El enfriamiento de la demanda se ha reflejado en los resultados finales: el beneficio neto cayó casi un 29%, hasta 165,2 millones de euros, afectado además por un ajuste contable del 2,4% derivado de la operación italiana. El beneficio bruto de explotación (ebitda) retrocedió un 2,6%, situándose en 328,9 millones, aunque el margen sobre ventas mejoró hasta el 29,3%, gracias a los avances en eficiencia industrial y a la contención de costes.

En el lado positivo, Vidrala continúa fortaleciendo su balance. A 30 de septiembre, su deuda financiera neta se redujo a 150,3 millones, casi la mitad que un año antes, y equivale a solo 0,3 veces el ebitda, un ratio especialmente bajo dentro del sector.

Pese al contexto adverso, la compañía mantiene sus previsiones para el conjunto de 2025, que contemplan alcanzar un ebitda de 450 millones y una generación de caja cercana a los 200 millones —de los cuales ya acumula 155,2 millones en los nueve primeros meses del ejercicio—.

Por mercados, el sur de Europa sigue siendo el principal motor del grupo, con 563 millones en ventas, seguido del Reino Unido (436 millones) y Brasil (126 millones). Vidrala confía en que su sólida posición financiera y su estrategia de eficiencia le permitan reforzar su competitividad y afrontar con garantías la actual fase de debilidad en el mercado global del vidrio.